La carta que nunca escribí.
En una carta no sé si pueda escribir lo que siento por ti y el vacio que se siente cuando estas lejos de mi.
En palabras no puedo expresar el cómo tus labios me hacen soñar. En palabras no puedo expresar como tus ojos me hacen volar y me llevan más allá del tiempo, más allá al amor maduro que tanto quiero alcanzar, aquel amor venido a carne, donde tú y yo somos uno.
Amor, si yo pudiera expresar todos los días de mi vida la sabiduría que el amor me da, podría ver todos los días ese mas allá donde el amor es inmortal.
Pero prefiero en veces ser incauto y no pensar, y así, necesitar de tus ojos, de tus labios, y de tus brazos, esos brazos que son seguridad.
Y sé que un ángel nos mira y sonríe al vernos pasar, si, ese ángel guardián que me guarda de lo malo que me pueda pasar y sé que nunca se ha de alejar.
En una carta no sé si pueda expresar todo lo que siento, todo lo que tú mi amor me haces sentir con tus besos, con tus caricias, con tu amor.
Por eso no podía escribir esta carta, por eso no podía terminar esta carta, porque no es fácil expresar lo que el corazón siente, porque sin importar que sean claras sus palabras, la cabeza no sabe expresarlas y la mano es más torpe para plasmarlas, cuando la mente las descifra.
Pero eso ya no importa, hoy, un año después, termino una carta que nunca debí de comenzar, hoy, después de un año te digo o más bien te repito que te amo, que te quiero y que me hubiera encantado, hubiera amado ser tu esposo, pero bueno, el pasado no importa y el hubiera no existe me dice mi hermano a cada rato.
Hoy ya no sé si amo o solo me hago, pero me pesa menos el decirlo, te doy gracias por eso, hoy, no sé si respiras o si me extrañas, o si en lo mas mínimo piensas en mi, pero no importa porque el pasado no importa y dado que a ti no te importa si vivo, si muero o si me mea un perro, y yo prefiero seguir viviendo. Y no es que tenga enojo, pero tú lo hiciste claro en tu último discurso donde explicabas la gran capacidad de mi ignorancia.
Hoy, un año después termino la carta que nunca escribí, la carta que nunca termine porque en realidad nunca la termine, pero ya son palabras más, palabras menos donde empieza y dónde ternmina esta carta, vaya, al final esta solo terminara como una carta que nunca se debió de escribir, posteada junto con muchas más dedicadas a ti en un blog en algún lugar de la internet, donde nunca la veras y el que la lea no sabrá de quien habla y el que lo sepa no te dirá donde encontrarla, vaya, de hecho no te dirá nada de esta y muchas más viejas cartas escritas por una mente enferma de recuerdos tuyos, aturdida por el tiempo ¿y por que debería? si fuiste tú la que pidió no saber si vivo, si muero, o si me mea un perro.
Nailo Gottblut
The Last Dark Lord
Esta carta empezó una noche de Julio de 2007 y se termino una noche de noviembre de 2008.
En una carta no sé si pueda escribir lo que siento por ti y el vacio que se siente cuando estas lejos de mi.
En palabras no puedo expresar el cómo tus labios me hacen soñar. En palabras no puedo expresar como tus ojos me hacen volar y me llevan más allá del tiempo, más allá al amor maduro que tanto quiero alcanzar, aquel amor venido a carne, donde tú y yo somos uno.
Amor, si yo pudiera expresar todos los días de mi vida la sabiduría que el amor me da, podría ver todos los días ese mas allá donde el amor es inmortal.
Pero prefiero en veces ser incauto y no pensar, y así, necesitar de tus ojos, de tus labios, y de tus brazos, esos brazos que son seguridad.
Y sé que un ángel nos mira y sonríe al vernos pasar, si, ese ángel guardián que me guarda de lo malo que me pueda pasar y sé que nunca se ha de alejar.
En una carta no sé si pueda expresar todo lo que siento, todo lo que tú mi amor me haces sentir con tus besos, con tus caricias, con tu amor.
Por eso no podía escribir esta carta, por eso no podía terminar esta carta, porque no es fácil expresar lo que el corazón siente, porque sin importar que sean claras sus palabras, la cabeza no sabe expresarlas y la mano es más torpe para plasmarlas, cuando la mente las descifra.
Pero eso ya no importa, hoy, un año después, termino una carta que nunca debí de comenzar, hoy, después de un año te digo o más bien te repito que te amo, que te quiero y que me hubiera encantado, hubiera amado ser tu esposo, pero bueno, el pasado no importa y el hubiera no existe me dice mi hermano a cada rato.
Hoy ya no sé si amo o solo me hago, pero me pesa menos el decirlo, te doy gracias por eso, hoy, no sé si respiras o si me extrañas, o si en lo mas mínimo piensas en mi, pero no importa porque el pasado no importa y dado que a ti no te importa si vivo, si muero o si me mea un perro, y yo prefiero seguir viviendo. Y no es que tenga enojo, pero tú lo hiciste claro en tu último discurso donde explicabas la gran capacidad de mi ignorancia.
Hoy, un año después termino la carta que nunca escribí, la carta que nunca termine porque en realidad nunca la termine, pero ya son palabras más, palabras menos donde empieza y dónde ternmina esta carta, vaya, al final esta solo terminara como una carta que nunca se debió de escribir, posteada junto con muchas más dedicadas a ti en un blog en algún lugar de la internet, donde nunca la veras y el que la lea no sabrá de quien habla y el que lo sepa no te dirá donde encontrarla, vaya, de hecho no te dirá nada de esta y muchas más viejas cartas escritas por una mente enferma de recuerdos tuyos, aturdida por el tiempo ¿y por que debería? si fuiste tú la que pidió no saber si vivo, si muero, o si me mea un perro.
Nailo Gottblut
The Last Dark Lord
Esta carta empezó una noche de Julio de 2007 y se termino una noche de noviembre de 2008.
Pinche John, lo que tienes de amenazante a primera vista lo tienes de emo cuando escribes. no mames.
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